La fantasía es un género literario que presenta elementos mágicos y sobrenaturales que no existen en el mundo real. Aunque algunos escritores yuxtaponen un escenario del mundo real con elementos fantásticos, muchos crean universos completamente imaginarios con sus propias leyes físicas y lógica y poblaciones de razas y criaturas imaginarias. De naturaleza especulativa, la fantasía no está ligada a la realidad ni a los hechos científicos.
El género de la fantasía es rico en una miríada de subgéneros, y cada uno tiene sus propias convenciones y tendencias. Con los diferentes términos que flotan por ahí, puede ser fácil confundir o pasar por alto subgéneros clave.
Encontrar una lista sucinta de los más destacados -sobre todo una lista con definiciones y ejemplos- no siempre es sencillo. Así que he pensado en hacer una lista con los géneros y subgéneros que consideramos más importantes dentro de la literatura fantástica
¿Cuáles son los géneros de literatura fantástica?
Ten en cuenta que muchos de los subgéneros de la novela fantástica pueden solaparse. La utilidad de conocer los distintos géneros y los elementos principales es que pueden servirte de inspiración para enriquecer tus propias novelas de fantasía con tramas que la hagan mucho más interesante.
Alta fantasía o Épica
Quizás el subgénero más tradicional, la alta fantasía o fantasía épica se desarrolla en un mundo fantástico totalmente ficticio. Las historias suelen ser largas y épicas, con múltiples personajes y misiones a gran escala en las que el destino del mundo recae sobre los hombros de los héroes.
Algunas personas utilizan el término fantasía épica para referirse específicamente a las altas fantasías más largas o a gran escala, aunque muchos utilizan los términos épica y alta indistintamente.
Elementos típicos: largos viajes, dragones, magos, asesinos, espadas legendarias, realeza, sociedades medievales, batallas, un héroe o heroína de origen humilde, nombres exóticos, un mapa en la cubierta interior.
Algunos ejemplos de este género son «El Señor de los anillos», «Canción de Hielo y Fuego» o «La rueda del tiempo»
Fantasía de portales
Una fantasía en la que los personajes viajan desde el mundo real a un mundo fantástico ficticio, a menudo a través de un portal o una puerta. Suelen verse envueltos en los problemas y la política del mundo fantástico y adquieren importancia en el curso de la historia, para luego regresar al mundo real muy cambiados por su experiencia.
Elementos típicos: Portales mágicos, objetos mágicos, reyes o reinas malvados, relaciones familiares problemáticas en el mundo real, discrepancia temporal entre los dos mundos.
Ejemplos: «Las crónicas de Narnia», «Alicia en el país de las maravillas» o «La Historia Interminable»
Baja Fantasía
Una fantasía que se desarrolla en el mundo real, o en algo muy parecido al mundo real, y que incluye elementos mágicos o sobrenaturales («baja» no significa que sea una forma de fantasía menor o más pobre). Los personajes suelen descubrir fuerzas mágicas secretas o criaturas sobrenaturales en su entorno supuestamente normal.
Elementos típicos: criaturas sobrenaturales, espacios mágicos ocultos, influencias mitológicas del mundo real, personajes que descubren la existencia de fuerzas sobrenaturales.
Ejemplos clásicos: «Harry Potter» y «Crespúsculo»
Romance Paranormal
Una novela o película paranormal es una obra de baja fantasía (es decir, ambientada en el mundo real) en la que existen criaturas o talentos sobrenaturales y son el centro de la historia. A menudo se considera una mezcla de los géneros fantástico y gótico/de terror.
Un romance paranormal es una novela o película paranormal en la que el romance es un elemento clave de la trama. Suele ser, aunque no siempre, un romance entre un ser sobrenatural y un humano.
Elementos típicos: vampiros, hadas, hombres lobo, ángeles, demonios, brujas, zombis, fantasmas, psíquicos, triángulos amorosos, interés amoroso sobrenatural, sexo, protagonista femenina.
La saga Crepúsculo es un buen ejemplo de este tipo de novelas.
GrimDark
Alta fantasía con una ambientación descarnada o sombría, a menudo centrada en personajes con una moral poco impecable, antihéroes, o en submundos criminales dentro de las sociedades fantásticas. Este subgénero contrasta con los mundos fantásticos más tradicionales y sus héroes morales, pintorescas aldeas medievales y ciudades resplandecientes.
Elementos típicos: ladrones, asesinos, torturadores, crimen organizado, ciudades sucias, torturas, asesinatos, violaciones, violencia, gobernantes corruptos, antihéroes.
«Canción de hielo y fuego», «Las mentiras de Locke Lamora» o «La voz de las espadas» son algunos ejemplos de fantasía Grimdark.
Gótica
La fantasía gótica es una mezcla de fantasía y terror, en la que los elementos de este último (como los fantasmas, los muertos vivientes, los castillos encantados y los monstruos) constituyen un elemento clave de la historia o marcan su tono. A menudo, su objetivo es inquietar, asustar u horrorizar al lector, además de entretenerlo.
La fantasía gótica se denomina a veces fantasía oscura, aunque el término fantasía oscura es un poco ambiguo, ya que también se utiliza ocasionalmente para referirse a la fantasía grimdark.
Elementos típicos: Fantasmas, cementerios, criptas, tumbas, zombis, monstruos, nigromantes, ruinas, castillos encantados, edificios abandonados
Novelas clásicas como «Frankestein» o «Drácula» son ejemplos de narrativa gótica.
New Weird
El nuevo weird es un género definido en la antología homónima de Ann y Jeff Vandemeer: «un tipo de ficción urbana, de mundo secundario, que subvierte las ideas románticas sobre el lugar que se encuentran en la fantasía tradicional, en gran parte eligiendo modelos realistas y complejos del mundo real como punto de partida para la creación de escenarios que pueden combinar elementos tanto de ciencia ficción como de fantasía».
Tiene fuertes vínculos con los géneros gótico y de terror y con la fantasía grimdark, así como con la ciencia ficción, y se considera un renacimiento de la weird fiction clásica como la de H.P. Lovecraft.
Elementos típicos: entornos ficticios realistas y descarnados, ciudades escuálidas, tropos de ciencia ficción y fantasía, estructura narrativa atípica, elementos de terror y góticos, personajes moralmente ambiguos, distopías.
Fantasía Histórica
Una fantasía ambientada en un periodo histórico del mundo real. Estos relatos suelen ofrecer una versión alternativa de la historia en la que existen la magia y/o las criaturas sobrenaturales y hacen mucho hincapié en la exactitud histórica (en lo que respecta a los elementos que no son sobrenaturales). Esencialmente, mezclan los géneros de ficción histórica y fantasía.
Elementos típicos: Dragones, magos, influencias mitológicas, batallas/eventos clave en la historia, viajes en el tiempo.
La saga de «Forastera» o «Las nieblas de Avalon» pertenecen a este género fantástico.
Espada y Brujería
Fantasía heroica y espada y brujería son términos utilizados para referirse a las historias de alta fantasía que se centran principalmente en «héroes de capa y espada», esgrima, batallas emocionantes y conflictos violentos.
El término espada y brujería se acuñó originalmente para describir (y a menudo sigue refiriéndose a) el tipo de relatos que aparecían en las revistas de fantasía y ciencia ficción de los años 30 y 40, concretamente los del estilo de las historias de Conan de Robert E. Howard.
Elementos típicos: héroes poderosos, damiselas en apuros, batallas, magia, esgrima, romance, ambigüedad moral, acción, conflicto.
Conan el bárbaro es un ejemplo arquetípico de este tipo de narrativa fantástica.
Fantasía Medieval
Una fantasía medieval es aquella que tiene una ambientación fuertemente inspirada en la sociedad medieval, o que está ambientada en la época medieval. Estas historias se basan a menudo en mitos y leyendas de este período de la historia.
La fantasía artúrica es un subconjunto de la fantasía medieval que se centra en la leyenda del rey Arturo o en sus elementos, con personajes como Merlín, Arturo, Ginebra, Uther, Mordred, etc.
Elementos típicos: Realeza, matrimonios concertados, sociedades patriarcales, batallas, dragones, magos, búsquedas, caballeros, espadas legendarias.
Las leyendas del Rey Arturo representan perfectamente las características de este subgénero.
Cuentos de Hadas Modernos
Es una fantasía basada o inspirada en un cuento de hadas, o que se inspira en tropos de cuentos de hadas.
Los cuentos de hadas modernos se diferencian de los cuentos reales en que son historias contemporáneas, de longitud de novela o de serie, con tramas y personajes complejos. Para saber más sobre la diferencia entre una fantasía y un cuento de hadas, véase el análisis de los cuentos de hadas más adelante.
Por el contrario, las fantasías son historias de novela o de serie con tramas complejas y múltiples personajes, y no suelen seguir las estructuras tradicionales de los cuentos de hadas.
Sin embargo, el término «cuento de hadas» o «cuento de hadas moderno» se utiliza a menudo cuando una obra de fantasía, ya sea una novela o una película, se basa en las convenciones de los cuentos de hadas.
Elementos típicos: maldiciones que hay que romper, brujas, bosques salvajes, príncipes y princesas, reinas o reyes malvados, monstruos, lobos, romance.
«El oso y el ruiseñor» es un buen ejemplo de este estilo.
Realismo Mágico
Una historia de realismo mágico es aquella en la que los sucesos imposibles o sobrenaturales son probablemente delirios, fantasías o imaginaciones de los personajes (aunque a menudo no se aclara deliberadamente si lo son o no), o en la que aparecen como elementos no centrales de un entorno por lo demás muy realista.
Esta definición difiere de muchas otras que hay por ahí, pero personalmente he encontrado que es la forma más útil de diferenciar el realismo mágico de la baja fantasía.
Las historias de realismo mágico generalmente no se consideran fantasías, ya que los elementos fantásticos no se presentan como elementos reales, importantes o creíbles en la historia. Sin embargo, algunos lo consideran un subgénero de la fantasía y, en particular, una mezcla de ficción literaria y fantasía.
Elementos típicos: manicomios, figuras de autoridad crueles, personajes extravagantes e imaginativos, personajes que intentan escapar de las duras realidades del mundo.
«Cien años de soledad» o «Pedro Páramo» son novelas destacadas de este género.
Distópica
Una historia con un escenario distópico o postapocalíptico.
La ficción distópica suele considerarse un subgénero de la ciencia ficción, porque las distopías suelen presentarse como futuros reales posibles sin elementos sobrenaturales. Sin embargo, algunas novelas y películas distópicas también son fantasías, si entran en juego sucesos imposibles o magia.
Elementos típicos: Sociedades opresivas, rebeliones secretas, ciudades en ruinas, minorías condenadas al ostracismo, gobiernos tiranos, propaganda.
«Los juegos del hambre» o «El corredor del laberinto», entre muchas otras, se encuadran dentro de esta categoría literaria.
Ciencia ficción Fantástica
Una mezcla de ciencia ficción y fantasía, en la que entran en juego tanto la tecnología avanzada como lo sobrenatural, o se utilizan tropos de ambos géneros. A menudo ocurren cosas fantásticas e imposibles bajo una fina apariencia de credibilidad científica.
El steampunk entra a veces en esta categoría, aunque generalmente se considera un subgénero de la ciencia ficción.
Elementos típicos: planetas fantásticos y razas alienígenas, tecnología mágica, grandes fuerzas divinas o sobrenaturales en acción, influencias de la época victoriana.
Urbana
La fantasía urbana puede ser difícil de definir, ya que se ha utilizado de muchas maneras diferentes, a menudo indistintamente con otros términos del subgénero de la fantasía, como la baja fantasía y la fantasía paranormal. Aunque generalmente describe una fantasía ambientada en un entorno o sociedad urbana, también se ha convertido en sinónimo de fantasía contemporánea, una fantasía ambientada en el mundo real actual.
Así, se entiende que una fantasía urbana es una fantasía baja ambientada en una sociedad urbana moderna del mundo real (o algo que se le parece). Muchas fantasías urbanas son también fantasías paranormales o romances paranormales.
Elementos típicos: ciudades, submundo sobrenatural secreto, pasadizos ocultos, armamento moderno, interferencia de las instituciones humanas (por ejemplo, la policía, los abogados), jerga contemporánea, lenguaje coloquial, referencias a la cultura pop.
